EL PRI BCS, CAVO HONDO SU FOSA.

Ahora que quiere salir,

No sabe como.

+ “la infantería” se está cansando  de solo marchar.

+ Más estímulos reciben los que se fueron.

+ El divisionismo, un mal que se agudiza.

Mario Santiago.

La Paz BCS, 15 de julio del 2014

Realmente, el punto de quiebra del Partido Revolucionario Institucional de Baja California Sur inició mucho ante de la debacle de 1999 pues sus gobernantes de todos los niveles, ya investidos de poder, se habían vuelto insensibles, soberbios, arrogantes, insoportables, ricos, prepotentes, ineficaces, alejados de sus metas sociales impresas en su declaración de principios, olvidándose –todavía- de sus incansables promotoras, las que tienen como misión hacer la necesaria  obra negra y por si fuera poco,  una gran mayoría de los y las, que habían  recibido diversas recompensas con cargos bien remunerados, se pintaron de otros colores demostrando hasta entonces, una desconocida deslealtad.

Fueron algunas de las causas por las que el pueblo se  le cansó y determinó romper el encanto que lo había esclavizado a las urnas durante muchos años.

Ese 1999 decidió quitarles el poder  y sin meditarlo mucho, se lo otorgó al PRD, lo que después lamentó, pues tanto Leonel Cota Montaño como Narciso Agúndez Montaño hicieron gala de inmadurez gubernamental, pues ejercieron el poder, con el hígado y la ambición, acrecentándose  los vicios que el mismo pueblo había rechazado, decidiéndose a quitarles el  poder en el 2011 depositándolo en manos de Marcos Covarrubias Villaseñor que estuvo abanderado por el Partido de Acción Nacional.

En el ya inminente 2015, el partido que fue hegemónico en el Estado, sumará l7 años sin el poder y los vicios de antaño, aunque en un menor ámbito geográfico de gobierno, siguen siendo exactamente los mismos, lo que quiere decir que no aprendieron ni han podido encontrar la fórmula adecuada para salir de la profunda fosa que por voluntad propia cavaron.

Hasta hoy, la recuperación social no es como ellos dicen que es o como quisieran que fuera.

La clase política que ambiciona el poder, salvo muy contadas excepciones, no garantizan el cambio que todavía siguen añorando los verdaderos priistas, los que en términos coloquiales les llaman “voto duro”

SIRVIO DE ALGO LA LECCION?

Esta pérdida de poder casi absoluto, al parecer no representó ningún aprendizaje de fondo, pues no realizaron cambios significativos en los comportamientos, pues el limitado poder municipal que les otorgaron y un nuevo posicionamiento en el Congreso, solo sirvió para mostrar que la mentalidad y las actitudes, se había mantenido intactas.

Esthela Ponce Beltrán, en el 2011 fue electa Presidenta Municipal de La Paz, pero lo  primero que hizo fue abrirle la puerta de par en par a quienes formaban parte de la oposición que siempre menospreció, sobretodo a quienes nunca renegaron de su partido y esto provocó que muy pronto le perdieran la confianza agudizada porque integró un equipo de trabajo que no entendía a los priistas y la brecha que existía con su partido, se hizo más pronunciada.

En estas circunstancias, este partido continúa con el rumbo de la brújula imantada.

Un presidente estatal, Juan Alberto Valdivia, que nunca se supo con precisión si era diputado o dirigente y de esa manera, no atajó ni contuvo el divisionismo interno que disputaban un poder que todavía no tienen, pero tampoco revolucionó a sus bases cuando era lo mas importante.

Luego del catastrófico 1999, el PRI vivió su etapa más oscura, sobre todo la que encabezaron como presidentes del CDE, Miguel Vega Pérez (2000-2003) que ahora quiere ser candidato a la Presidencia Municipal de Comondú y Juan Manuel Amador Origel (2003) que no tenía la menor idea de lo que era dirigir un partido en crisis, pero que asumió el cargo gracias a que solia convivir con los hijos del dirigente nacional, Roberto Madrazo.

 Deslealtades, deserciones, todas las calamidades políticas se le vinieron  encima.

En el 2008, Esthela Ponce llegó a la presidencia del PRI Estatal y como los tricolores tenían necesidad de tomarse de algo, confiaron en ella y en el 2011 le dieron su voto para que fuera Presidenta Municipal de la Paz. Yo creo que hizo  muy mal sus cálculos, cuando asumió el liderazgo tricolor pensaba mas bien en ser alcaldesa y cuando fue alcaldesa ya pensaba en ser gobernadora y descuido el entusiasmo de los priistas. Actualmente está en una verdadera encrucijada, pues la confianza que le habían otorgado, ya no la tiene. Cualquier encuesta casera así lo determina.

En su equipo de trabajo hay mas perredistas y de otros partidos que priistas, incluyendo al asesor principal Ricardo Garza Espíritu que llega procedente del PRD con una lamentable hoja de servicios y cuatro demandas penales en proceso y me aseguran que ya incluyó en su equipo a Josefina Cota, quien fuera una de las primeras que abandonó la embarcación cuando  comenzó a hundirse, y le salió la jugada pues fue Secretaria de Atención Ciudadana, diputada federal y senadora con el PRD y PT. Ahora realiza  funciones de asesoría a la alcaldesa a través de SEDESOL donde desempeña una comisión. Pero ese tipo de nombramientos ha sido una práctica común de la alcaldesa..

Y de Sedesol que le ha dado un desmedido apoyo a este proyecto político, contrario a las declaraciones de la titular, Rosario Robles Berlanga, quien ha reiterado inútilmente que el trabajo de las delegaciones federales debe ser institucional y ajeno a cualquier plan político lo cual representa, cuando menos en el Estado, solamente palabras.

LOS DESAIRES A SUS PROMOTORAS.

El desaire conque suele tratar a sus mas incansables promotoras, significó otro lamentable error, pues lo único que lograron fue matarles el entusiasmo, y aunque muchas de ellas continúan siendo militantes, no encuentran ninguna explicación razonable del porque las marginaron, solo para recompensar a quienes renegaron del PRI y que ahora regresan como si hubieran hecho una gran hazaña y además, premiándolas con diversas carteras.

Este sacrificio al parecer ya terminó, pues tengo entendido que ya no están dispuestas a trabajar bajo las mismas injustas condiciones.

No conozco a todas, pero si sé de algunas que lo  dieron todo por su partido y lo único que han recibido son actitudes de indiferencia, como la lic. Amalia Estrada, Socorrito Sandez, María Elena Echeverría, Sofía Sui Qui, Carmen Alicia Torres y Beatriz Savín entre otras.

Ojalá que este partido, que no está en sus mejores momentos,  llegue a valorar el esfuerzo de estas esforzadas militantes y les brinde las oportunidades que se merecen y que se han ganado a base de un trabajo que solamente se les pide cada vez que hay comicios electorales. Pero si mantienen esa misma actitud de marginación, llegará el momento en que se queden solos, sin la infantería que es tan indispensable. No hay ninguna guerra que se gane sin los regimientos de a pié.

LOS DELEGADOS DEL CEN NO ENCUENTRAN LA FORMULA.

El papel que han desempeñado los delegados del Comité Ejecutivo Nacional no ha sido trascendente, pues los  intereses locales que existen, no se lo permiten, por lo tanto, no han podido encontrar la hebra que los lleve a una recuperación, por lo que han pasado, sin pena ni gloria. Finalmente los ahoga el divisionismo interno. Y porque además, parece que solamente vienen a vacacionar pues solo permanecen algunas horas en el  Estado y en tales circunstancias, nunca llegan a conocer el verdadero fondo del problema.

El panorama no es fácil, los  priistas de Baja California Sur, desde hace muchos años,  han sido dominados por el divisionismo. La fama que tienen es nacional:” son pocos, pero nunca se ponen de acuerdo”.

Abel Salgado, el anterior delegado, al ver la anticipada revolución interna que ya existía  desde el 2011, el 21 de mayo del 2013 tuvo que hace una pública solicitud a quienes deseaban la candidatura gubernamental: ”En este proceso debe predominar la concordia y la unidad, sobre todo entre quienes desean adelantar los tiempos pues aún no tenemos ni siquiera la convocatoria.

Fue por supuesto, un llamado que nadie atendió.

El nuevo delegado, Arturo Zamora Jiménez, si no le  dedica el tiempo completo a su función, va a tener los mismos magros resultados y difícilmente podría enderezar la nave, pues los aceleramientos y el divisionismo se siguen agudizando conforme se acercan los momentos decisivos. En esta misma semana  se conoció que dos elementos que trabajaban con el senador Ricardo Barroso, Víctor Liceaga Trueba y el ingeniero Jorge Armando López, fueron convencidos de adherirse al grupo de Esthela Ponce a través de uno de sus principales promotores, el diputado Omar Zavala Agúndez que encabeza la contaminada e inútil Fundación Colosio que ya no tiene ningún sentido de existir.

Y si como dice, Zamora Jiménez, se tiene que ganar la gubernatura del 2015, entonces debe imponer el orden al interior del partido, poner en sintonía a los presuntos, alentar y escuchar a los que trabajando han sido marginados y cumplir con su responsabilidad de tiempo completo, pues solo así conocerá  a los mejores candidatos, que ha sido una de las debilidades mas marcadas que han tenido como partido. De lo contrario, la ausencia de un gobernador tricolor, podría extenderse por cuando menos, seis años más.

SI QUIERE TRANSFORMARSE, TIENE QUE SER CREIBLE.

Para una verdadera transformación, el partido tiene que representar de nuevo algo que se les olvidó: los intereses de su militancia.

Muchos de ellos, todavía creen que se puede hacer una transformación creíble,  seria  y objetiva.

Desean que las nuevas reformas, sobre todo la económica, energética y educativa den en un periodo razonable, los resultados deseables porque hasta hoy, la carga de los combustibles, el gas butano y la energía eléctrica son demasiado pesados.

Un partido que tiene que regresarse y analizar bien todo el panorama, porque no se trata solamente de retornar al poder sino decir lo que va a hacer.

Regresar sin haber aprendido la lección, no tendría ningún sentido.

Los comicios del 2015 serán vitales para el Estado, razón por la cual, todos los ciudadanos desean que lleguen al poder los mas capacitados.

Lo más lastimoso para nuestra sociedad es que recayera en la resignación, pues con ella vendría el aburrimiento  y luego el desinterés.