jueves, 18 de junio de 2015

¿QUÉ PASO EL 7 DE JUNIO? SE SIGUEN PREGUNTANDO LOS PRIISTAS.





+ Enrique Peña Nieto no pudo levantar.

+ Los desquites de Isaías y Esthela.

+ La alternativa: un líder que los revolucione.

Mario Santiago

La Paz B. C. Sur, 15 de junio del 2015

Un gran número de priistas andan sumamente desconcertados por el resultado de la jornada electoral del pasado 7 de junio, pues llegaron a pensar que tenían el triunfo en las manos, pero desde las primeras horas de la tarde, los números comenzaron a favorecer a Carlos Mendoza Davis del Partido Acción Nacional, lo que no iba de acuerdo con el entusiasmo que creció en el último mes de la campaña. Pero al día siguiente casi se derrumban al saber que por un poquito pierden hasta la camiseta, pues de todo el paquete, Gobernador, Presidentes Municipales y diputados locales y federales, solamente rescataban el Distrito local XIV.

Una derrota más severa que la que sufrieron el año de 1999 cuando perdieron la gubernatura que desde entonces no han podido recuperar y ahora tendrán que esperar hasta el 2021 cuando se les presente la oportunidad de un nuevo intento.

Carlos Mendoza, abogado egresado de la UNAM, de 46 años de vida, será a quien le toque escribir el nuevo periodo de la historia de Baja California Sur (2015-2021) a partir de que se convierta en el octavo gobernador constitucional

Varios tricolores me llamaron para preguntar sobre mi punto de vista respecto a esta debacle que nadie esperaba. Algo les comentaba, pero les indique que trataría de analizar las causas de este resultado.

Y estas son algunas de las reflexiones:

ENRIQUE PEÑA NIETO Y LOS EFECTOS DE SU GOBIERNO.

Al presidente de México, Enrique Peña Nieto se le achaca una gran parte de la responsabilidad, pues su gobierno no ha dado los resultados que los mexicanos esperaban, sobre todo los de corto plazo. Siguen buscando dinero en sus bolsillos y no lo encuentran. Sin embargo siguen pagando muy caro los servicios del gas butano, energía eléctrica, la gasolina. No hay empleos ni seguridad pública y carga como una loza de plomo la muerte de 43 normalistas de Ayotzinapa. Las reformas estructurales no han dado los resultados que había prometido y su gobierno sufrió un marcado desgaste con el aumento del IVA del 11 AL 16 por ciento, lo que afectó gravemente la economía regional.

UN DELEGADO BELICOSO.

El Delegado del CEN del PRI Jorge Federico Schiaffino Insunza, convirtió a los priistas del Estado en guerrilleros electorales, dejando a un lado la organización del ejercito de trabajo, pues muchos de ellos, curtidos en las batallas, fueron desdeñados y nunca entraron al evento de manera entusiasta y perdió el tiempo insistiendo en una unidad que en los hechos no existía, no en la medida ni en la proporción que se necesitaba y que conforme pasaban los días, se marcaba una diferencia que finalmente fue negativa.

Su presencia como Delegado General pasará como una etapa gris, sobre todo por su desconocimiento del medio ambiente, llegó a decir que el divisionismo era solamente “una leyenda urbana”. Pues ya está enterado de que era tan superficial como él creía. Originario del Distrito Federal. Fue diputado local y federal por representación proporcional, además, dirigente priista y de la CNOP, todo en el DF y perdió en el 2012 la contienda electoral por la Delegación Cuauhtémoc

AL INTERIOR: 2015 MUY PARECIDO A 1999

Los más sorprendidos de esta casi total derrota electoral, son los abigarrados priistas que se ilusionaron en volver a recuperar la gubernatura que perdieron desde el año de 1999, pero las condiciones de lo que ocurrió en aquel entonces y ahora, tiene un gran paralelismo, pues las deslealtades y las simulaciones se volvieron a presentar, además de otras estrategias que fueron utilizadas, como el dejar sin oportunidad de trabajar a soldados rasos de las campañas que son los que realmente llevan los votos a las urnas.

De acuerdo a las opiniones que hemos escuchado y que en este espacio tratamos de resumir, lo que el PRI seleccionó como estrategias acertadas, finalmente se volvieron en su contra, principalmente la insistente campaña de las descalificaciones.

Influyeron también las equivocadas alianzas que hicieron, precisamente con personas que traicionaron al partido y que en algunos casos, persiguieron a los sorprendidos tricolores que perdieron empleos, compensaciones y en algunos casos, hasta la vida: Leonel Cota Montaño, Narciso Agúndez Montaño y Víctor Guluarte, principalmente. Y en otro tenor, el general Antonio Valdivia.

Los malos candidatos que seleccionaron, tanto Isaías González Cuevas como Esthela Ponce Beltrán, y que dejaron como herencia, parecían más bien una venganza a su partido, porque no fueron nominados para la gubernatura..

Sus ambigüedades y tibiezas respecto al trabajo electoral que se exigía, no lo realizaron como en sus precampañas. Solo dieron respaldos muy selectivos, sembraron el divisionismo y solo se presentaban cuando venía al Estado algún dirigente del CEN del PRI.

Todo estaba hecho para perder y lo lograron.


Miren, en el infausto 99 los personajes que le dieron, de una u otra forma, la espalda a su partido fueron: Isaías González, Juan Sánchez Ortiz, Patricia Ramírez, Josefina Cota, Ramón Alvarado y Amadeo Murillo Aguilar, que extrañamente siguen siendo los principales alfiles del PRI. y como en aquella ocasión, muchos de ellos son los que ahora reciben los cargos que se alcanzaron a rescatar.

El dirigente nacional de la CROC, siempre le ha apostado más al proyecto del PRD que al PRI, donde dice militar. Juan Sánchez Ortiz, sigue la misma línea. Pero ese año de 1999 fue el inicio de la inacabable danza de las deslealtades y parece que no tiene fin. En esa ocasión, LCM les dejó solamente la Presidencia Municipal de Loreto. Ahora, con el respaldo de Isaías González, solo obtuvieron una diputación local del XIV Distrito Electoral que encabeza Joel Vargas Aguiar. Y curiosamente, los que serán diputados plurinominales son: Patricia Ramírez y Amadeo Murillo.

Fue una repetición de la misma historia. Cada quien jaló agua para su molino y de esa forma no se puede ganar.

Mulegé puede ser un ejemplo de toda la película.

Isaías González apoyó a Felipe Prado en su emigración al Partido Nueva Alianza, cuando perdió la candidatura por la cuestión de género. Pero se la negó a Sandra Elizarraras que fue postulada por el PRI. Y miren lo que ocurrió: entre los dos sumaron 8,893 votos y la candidata panista, Cecilia López González se alzó con el triunfo con 7,843 votos. O sea que la división de los priistas le cayó de maravilla

Pero ni quien lo dude, este mundo es de los audaces.

ESTHELA PONCE HIZO SU PAPEL.

Esthela Ponce Beltrán fue otra de las protagonistas priistas en esta elección.

Desde ese fatídico 99, el PRI de BCS se mantuvo fiel a su nuevo formato, sin crecer, sin líder y huérfano de posiciones. Dos de sus dirigentes, Miguel Vega Pérez (2000-2003) y Juan Manuel Amador Origél (2005) lo hicieron descender a su mínima escala.

Con ese ambiente llegó Esthela Ponce a la dirigencia estatal y le dio un giro que parecía aceptable, pues los tricolores necesitaban agarrarse de algo, incluso, logró la renta de un edificio que les daba un sentido de dignidad al decaído tricolor. La nueva dirigente comenzó a jugar un papel protagónico, colocando a sus incondicionales en todas las posiciones. A los militantes no les cayó el 20 y la hicieron Presidenta Municipal de La Paz y las funciones ejecutivas fueron otorgadas a gente de otros estados, del sector privado y provenientes de otros partidos y comenzó un exceso administrativo en todos los sentidos, contratando también a medio centenar de “asesores” y ayudantes generales que en realidad eran operadores políticos. Pronto comenzó a tomar actitudes de gobernadora sin serlo, gastos superfluos y exagerados, “premios” nacionales y la gente comenzó a decepcionarse, Tal vez ella no se dio cuenta, pero ya la militancia le daba abiertamente la espalda. Su desgaste ya era manifiesto cuando el PRI tomó la decisión de nombrar a su candidato.

No fue candidata a la gubernatura, pero le dejó una pesada herencia a Ricardo Barroso. Como por ejemplo un candidato a la Presidencia Municipal de La Paz, Axel Sotelo que en ningún momento fue aceptado; Juan Antonio Valdivia que sin destacar como dirigente estatal del PRI ni como diputado local, lo designa candidato a la diputación federal del Primer Distrito y a la regidora Ana Luis Yuen como candidata a diputada por el Segundo Distrito. La única que fue recibida de buen agrado fue Susana Aguilar, pero la vorágine azul terminó por arrollarla.

Deja una herencia administrativa de cuando menos 1,200 millones de pesos en deudas diversas, que solamente el fuero constitucional va a salvarla, pues será diputada federal plurinominal.

Ante todo ese panorama, era muy difícil que el PRI rebasara los 80 mil votos tradicionales, por lo cual se hace necesaria una operación quirúrgica.

Hay muchas cosas rescatables: Pedro Mazón Benitez hizo una buena campaña de prensa; Olga Meza realizó una intensa y profunda campaña política, pero el juramento de apoyo al PRI que hizo en la ciudad de México la Federación de Cooperativas Pesqueras, finalmente no se dio.

LA IPORTANCIA DE UN VERDADERO LIDER.

Creo que el PRI ya llegó a una conclusión. Tiene 80 mil votos y un piquito, insuficientes para ganar una gubernatura y es claro que la encrucijada en la que ahora se encuentra, podría prolongarse un poco más, pero si trabajan con organización, no será para siempre.

Está claro de que tienen que enfrentar muchos dilemas, no solamente las deslealtades y las traiciones internas que mencionaba con determinación Ricardo Barroso Agramont, sino la falta de un líder que tenga la capacidad de enderezar un riel que ya se torció por el desgaste.

Un líder que respete los juicios, los señalamientos y las críticas y que brinde el margen a una plena libertad de expresión para que fluya la verdad y que surja la realidad de los aciertos y los errores que se cometieron en esta jornada.

Alguien que sea capaz de dialogar con todas las corrientes.

Rescatar a los soldados que habían estado en todos los combates y que esta vez fueron desairados. Restablecer la verdadera cultura de un partido político para que sus miembros tengan periodos de capacitación y oportunidades de manera escalonada.

Si no actúan con seriedad y sentido común, tal vez tarden más de lo debido en la recuperación.

Tiene que haber alguien con una actitud firme, con una actitud cerebral.


De lo contrario, podría parecer un hormiguero, donde todos se mueven, pero no todas trabajan. Hay muchas que solamente aparentan una laboriosidad, pero en realidad engañan a todas las demás.

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